viernes, 26 de octubre de 2012

Magne

Con un carácter muy amable y un poco más cálido que el de los nórdicos, de una familia de manos artesanas, con un actitud activa, y a fuerza de trabajar mucho toda su vida, Magne está jubilado en Noruega, de donde es oriundo y donde reside en una cabaña hecha con sus propias manos,la cual construyó en un año que se tomó sabático, sin ayuda de nadie y sin que nadie le haya dicho cómo hacer, junto a su mujer Brita.

 Érase una vez un hombre, maduro pero no cansado de hacer cosas y moverse, un hombre que siempre ha optado por vivir y no por meramente existir. Un hombre que dice que las únicas cosas que importan en esta vida son las que el dinero no puede comprar, como la amistad, el amor y la felicidad. Un hombre que fue capaz de llevarme a conocer Noruega en su coche una tarde y al otro día vino a darme las gracias por la tarde que pasamos juntos... ¿gracias a mí?

 Ha trabajado duro, fuera y dentro del país y eso lo ha llevado a estar en situaciones extrañas, tanto como haber estado en Perú trabajando en un túnel, sin visado de trabajo, y a los dos meses venir los militares con armas en la mano a decirle que tenía 10 minutos para irse del país, otra anécdota que cuenta él es que se vio un día en EEUU con un coche de segunda mano y bastante viejo, averiado, y 3,50 dólares en el bolsillo pero con muchas ganas y fuerzas para salir adelante.

Nunca se queda quieto, tiene un taller con un banco de trabajo heredado de su padre y herramientas de la época de su abuelo en el que tornea piezas de madera de manera autodidacta. Es un hombre, el cual después de conocerlo hemos llegado a la conclusión que de mayores queremos ser como él.

Gracias Magne!

lunes, 22 de octubre de 2012

Un paseo por la nieve

Aquella mañana nos despertamos con el paisaje cubierto de nieve, así que decidimos tomarnos el día libre e irnos a pasear por el bosque. La idea era cruzar el río por un puente que Ángel conocía a 15 minutos de la cabaña, a partir de entonces el camino se nos hacía desconocido para los dos.

Y efectivamente encontramos el puente y al cruzarlo decidimos celebrarlo fabricando un muñeco de nieve, con su gorro incluido.

Fue curioso como en aquel paseo que duró unas 3 horas descubrimos muchas cosas por el camino; cabañas de trabajadores abandonadas, un parque de juego construido en madera en mitad del bosque, las huellas sobre la nieve de lo que probablemente fuese un zorro... Pero lo más curioso fue cuando decidimos dejar el camino y adentrarnos en el bosque. A lo pocos metros descubrimos que alguien estaba construyendo una cabaña en lo alto de los árboles. De momento tenían el suelo y la escalera que te llevaba a él, y claro, no perdimos la oportunidad de subirnos y tomar algunas fotos desde allí.

Luego el camino se bifurcaba y en cada bifurcación aparecían más bifurcaciones. Al principio seguíamos las pisadas de alguien que había madrugado más que nosotros, pero luego fuimos tomando el camino que el sentido común nos fue indicando para alcanzar la carretera y empezar el regreso a casa.

En el camino de vuelta pasamos por el colegio del pueblo, construido en 1952 (Magne nos contó que él inauguró el colegio en su primer año escolarizado) Allí no pudimos resistir la tentación de probar una tirolina que habían construido para que se divirtiesen los niños.

De allí a la cabaña, a comer y descansar. Pero justo cuando estábamos preparando la comida vino Magne y nos invitó a visitar con su coche unos cuantos pueblos de los alrededores. Así que esa misma tarde nos pusimos en marcha.

¡Ah! ¿Qué quien es Magne? Bueno, algún día os lo contaremos y os enseñaremos una foto de quien se está convirtiendo en nuestro ídolo personal :)









lunes, 15 de octubre de 2012

Hoy por fin nevó

Hoy por fin nevó en Hovet y todo se cubrió de un manto blanco. Eso me hace recordar a aquel argentino que se fue a vivir a Toronto. Si queréis conocer su historia aquí os dejo el relato (para cagarse de risa :)


 











sábado, 13 de octubre de 2012

Otoño noruego


En este país escandinavo, donde se come reno, donde los precios sobrepasan cualquier precio de cualquier país europeo, pero los sueldos también, donde domina el gris y que curiosamente por la latitud que tiene llega a tener días de hasta 24 horas de luz y días de hasta 24 horas sin luz, comenzamos a pasear por Oslo, la capital.

Sin alejarnos del centro llegamos a donde pasaríamos nuestra primer noche, en un barrio residencial cerca de las embajadas y de los jardines del Palacio Real.  Allí nos esperaba Kjersti que a pesar de su nacionalidad noruega nos recibió con dos cálidos besos, en lugar de darnos la mano como acostumbran ellos, y cocinamos una tortilla española.  Luego de cenar, tomar vino, café y chocolate con ella y cuatro personas más, dormimos aquella noche para levantarnos en un día frío de otoño y coger el autobús en el que nos dirigiríamos hacia Hagafoss.  En el camino pudimos admirar los paisajes rodeados por montañas, el lago que refleja todo casi como un espejo, los árboles en sus tonalidades más otoñales, verdes y amarillos, y después de unas cuatro horas de viaje por fin llegamos a Hovet donde pasaríamos de diez a doce días en una cabaña junto a un río, alejados de casi todo.
La gente aquí es muy amable, hablan inglés fluido como segunda lengua, sea cual sea la edad que tengan y saben que para los que venimos de fuera acá es todo muy caro. Aunque hablando de política siempre nos quejemos de nuestros gobiernos, me llama la atención que los noruegos también lo hagan, puesto que gracias a su gobiernos al país le va tan bien.
Nos contaron una cosa curiosa respecto de la temperatura del invierno, y debo aclarar que en esta fecha, Octubre ronda de día los 0º y de noche puede bajar a unos 7º C negativos.  Pues nos contaron que aquí en Hovet hubo cuatro inviernos que la temperatura llegó a rondar los 40º C negativos.  Pero aquí las cabañas, que son las construcciones más típicas, y que han tenido auge en los últimos 20 o 30 años están muy bien construidas. Como dijo Magne, el dueño de la cabaña donde nos alojamos, respondiendo a una afirmación de Ángel de que el frío aquí es un problema, "no, el frío para nosotros no es un problema".  Evidentemente, el problema sería nuestro si hiciera este frío en nuestras españolas latitudes, pero para los noruegos no lo es!

miércoles, 10 de octubre de 2012

Wanderlust

Wanderlust, o en español "deseo de viajar", es un término que describe un fuerte deseo de caminar, de ir a cualquier lugar, por un recorrido que pueda llevarte a lo desconocido, a algo nuevo, a viajar.

Wanderlust es una expresión derivada del alemán: "wander" (vagar), y "lust" (deseo). Es comúnmente definido como un fuerte deseo de viajar, o un fuerte deseo de explorar el mundo.

Pero no es simplemente un simple deseo, es una sensación que toma todo el cuerpo y la mente, es una secuencia de factores, que incluyen una sensación de incomodidad en las piernas, en los músculos y ese deseo incontrolable de irse, de seguir un rumbo en cualquier dirección a lo desconocido o hacia algún lugar en el que se va a encontrar algo nuevo.

También es caracterizado por una sensación de saudade de algún lugar en el que nunca se ha estado. El termino "wanderlust" tiene un nivel profundo en el sistema humano cuando la necesidad de la búsqueda está conectado a lo que concierne a la filosofía o religión.

A pesar de que los que sienten el wanderlust, tienen destinos fijados, para ellos el objetivo no es el fin, sino el medio, el placer de disfrutar del viaje, más que del destino.







martes, 9 de octubre de 2012

Oporto




-¡Mirá que bajito vuela el avión!- Decía Liza desde el asiento con ventanilla apenas unos minutos después de que el avión despegase del aeropuerto Madrid-Barajas.
-¡Claro! El vuelo sólo dura 15 minutos. Y por eso vuela tan bajito- Le contestaba Ángel, a sabiendas que el avión despegaba a las 9:20 y aterrizaba a las 9:35.

Lo que no se habían parado a pensar era que efectivamente el avión aterrizaba a las 9:35, pero en el huso horario de Oporto, es decir, una hora y cuarto después del despegue. Y claro, llegaron 1 hora antes a su cita con Judite.

Judite era un mujer menuda que vivía en Oporto desde siempre y que conoció a Ángel 4 años atrás en Milán, en una reunión con amigos, y luego 2 meses más tarde volvieron a coincidir en Lisboa.
A pesar de que sólo se habían visto dos veces hacía ya cuatro años, Ángel no dudó en pedirle hospitalidad durante esas dos noches de fin de semana para él y para Liza. Judite aceptó encantada.

Nos esperó con una sonrisa, mapas e indicaciones para visitar la ciudad. Ella tenía cosas que hacer ese día, pero organizó una cena con amigos a la cual estábamos invitados... ¿hay mejor manera de comenzar un viaje? :D

Oporto es una ciudad relajada, con un aire un poco decadente y gran influenciado por el océano y el río Duero o Douro, como le llaman ellos.