Acabo de comerme mi tercer asado en 2 días. Para los no argentinos os diré que eso significa:
1,5 vacas
0,5 cerdos
1,5 litros de vino
4.8 litros de cerveza
1,3 litros de Fernet Branca
y ensalada varia.
En términos calóricos da como resultado 12500 kilocalorías por día.
¡Salute!
domingo, 2 de diciembre de 2012
martes, 27 de noviembre de 2012
Nuestra Señora de La Paz
Día 13 - 27 Nov
Desolado paisaje de carros y de cables
Para ver las fotos de este día haz click aquí
Desolado paisaje de carros y de cables
Recorriendo La Paz uno se da cuenta que complicado es que este país consiga un desarrollo económico positivo en las próximas décadas. Uno se pregunta cómo es posible que funcione la ciudad, y quizás no funciona.
Los paceños hacen su vida en la calle; allí trabajan y allí comen. La ciudad está repleta de puestecitos callejeros que te venden de todo, desde un enchufe hasta bisutería pasando por comida. No creo que merezca la pena montar un supermercado en La Paz, porque ya hay de todo en las calles. Los limpiabotas se cubren el cuerpo entero con pasamontañas, gorras y guantes, tal vez evitando los rayos del sol y la polución de los tubos de escape.
Nuestro primer objetivo del día era comprar los billetes del tren que une Oruro con la ciudad fronteriza de Villazón. Para ello nos dirijimos a la Boletería de los trenes del Estado donde se venden los boletos. Para nuestra sorpresa se encontraba en una puerta cualquiera de la calle, sin ninguna identificación, así que nos costó encontrarla. Por fin entramos y sin que nos sorprendiese ya, nos dijeron que allí no se vendían esos billetes, que teníamos que ir a la estación central de Oruro. En fin, paseo en valde. Pero no hay mal que por bien no venga, ya que un mirador de la ciudad se encuentra cerca de la boletería, así que allí fuimos.
De regreso al centro de la ciudad, nos acordamos de un texto de Joaquín Sabina que nos recordaba un poco a aquella ciudad. Cambiando algunas palabras, el texto dice:
Como quien viaja a lomos de una yegua sombría
por la ciudad camino, no preguntéis adónde.
Busco acaso un encuentro que me ilumine el día,
y no hallo más que puertas que niegan lo que esconden.
Los tubos de escape vierten su vómito de humo
a un cielo cada vez más lejano y más alto.
Por las paredes ocre se desparrama el zumo
de una fruta de sangre crecida en el asfalto.
Ya el campo estará verde, debe ser primavera,
cruza por mi mirada el tráfico interminable,
la ciudad donde duermo no es ninguna pradera,
desolado paisaje de gentes y de cables...
De camino al museo etnográfico nos paramos a cambiar divisas en la calle. Después de regatear brevemente, la señora nos hizo un precio aceptable: 8,75 bolivianos cada euro.
Pero cuando estábamos haciendo el cambio, notamos un juego de manos extraño por parte de la señora, y al contar los billetes de nuevo nos dimos cuenta que nos faltaban 50 bolivianos. Por suerte nuestros euros estaban todavía en nuestros bolsillos, así que al decirle que faltaba dinero, la señora quiso hacernos ver que estaba bien, hasta que nos dijo : "Todavía no me habéis dado los euros. Váyanse no más"
En fin, que hay que estar muy atentos a cualquier movimiento extraño aquí en La Paz, si no te toman por estúpido.
Por la tarde volvimos al museo etnográfico, pues nos quedaban cosas por ver. Allí aprendimos un poco más sobre el pasado, vida y costumbres de estas gentes. Y después nos adentramos en el enjambre que es esta ciudad, paseando por su avenida principal.
En esta ciudad hay demasiado tráfico, y nadie respeta los pasos de cebra, por eso el ayuntamiento ha contratado a personas que, disfrazadas de cebra, se dedican a controlar los pasos de peatones, indicando a estos cuando pueden pasar, y forzando a los coches a detenerse.
En esta ciudad hay demasiado tráfico, y nadie respeta los pasos de cebra, por eso el ayuntamiento ha contratado a personas que, disfrazadas de cebra, se dedican a controlar los pasos de peatones, indicando a estos cuando pueden pasar, y forzando a los coches a detenerse.
Y con esta imagen nos fuimos a descansar temprano, pues nos queda un largo recorrido hasta nuestro próximo destino: Córdoba.
Hasta entonces no tendremos acceso a Internet, así que estaremos incomunicados por varios días.
Aquí os dejamos nuestro itinerario previsto, para que os hagáis una idea de por donde vamos. Y si queréis m´s información sobre fechas y horarios sólo tenéis que clicar en cada icono (bus/tren)
¡¡Nos vemos en Córdoba!!
lunes, 26 de noviembre de 2012
Bolivia
Día 12- 26 Nov
Cruzamos frontera
El lunes 26 nos levantamos en Copacabana con tiempo para ir a desayunar, y con el tiempo justo pagamos, pero como es costumbre aquí nunca tienen cambio. A esa hora de la mañana el camarero no encontraba nadie que le cambie y estábamos con la hora justa. Se las arregló para conseguir el cambio, y fuimos a canjear otra vez nuestro pasaje previamente pagado a la "agencia de viajes" que nos esperaba 15 minutos antes que salga el bus a La Paz. Pero... para no variar, la oficina estaba cerrada. Así que sin preocuparnos ya, fuimos al chófer del bus y le explicamos, en ese momento llegó la chica que nos vendió el pasaje 24 horas antes a comprar nuestros pasajes.
En fin, nos vamos acostumbrando a cómo funcionan las cosas por aquí. A pesar de todo, recomendamos a todos los que deseen pisar Sudamérica a su paso por Bolivia, un país que pone a prueba tu intuición, tu paciencia, tus nervios. tu confianza, tu picardía, tu credulidad, porque ¡claro! no vamos a ser nosotros los únicos pringados que pasen por estas circunstancias ¿no? :)
Para llegar a la capital desde Copacabana hay 3 horas y media de viaje, de los cuales 45 minutos son en lancha y el resto en autobús.
Y por fin llegamos a la capial de país más alta del mundo (3650 msnm). La Paz se nos presentó con unas vistas que nos dejaron boquiabiertos. Un enjambre de viviendas, edificios, construidos en una cuenca y rodeada de colinas infestadas de viviendas ruinosas.
Y después de encontrar nuestro alojamiento, visitamos un poquito los alrededores. Aunque principalmente dedicamos el día a descansar.
domingo, 25 de noviembre de 2012
Lago Titikaka
Días 10 y 11 - 24 y 25 Nov
Copacabana
Copacabana es una ciudad ubicada en la frontera entre Perú y Bolivia, del lado boliviano, casi en el medio del lago Titicaca (lago navegable más alto del mundo con 3812 msnm ). Es una cuidad bastante fresca por las noches, pequeña y dedicada casi exclusivamente al turismo.
Es pintoresca pero la atención al turista deja mucho que desear, el cuidado del lago tampoco es un punto a destacar. Perdonen queridos amigos lectores si me pongo un poco crítica en esta parte pero se acumularon unas cuantas cosas que me hicieron llegar a la conclusión de que te toman el pelo.
Nos tocó un hotel donde la limpieza brillaba por su ausencia, un restaurante de precio medio donde tardaron una hora para servirnos una pizza y un plato de pasta, y la cerveza no estaba fría, un bar donde desayunamos un café frío, una lugareña que nos dijo la hora equivocada (para cambiar nuestro reloj ya que veníamos de otro huso horario) con la consecuencia de haber perdido un tour en barco por tener el reloj dos horas atrasado.
Pero también hubo ratos buenos. En una caminata a orillas del lago nos encontramos con unos chicos argentinos (rosarino y porteños) que estaban pernoctando en la zona aledaña a la ciudad en su furgoneta, equipada con todo lo necesario. Se dedicaban a fabricar y vender incienso perfumado y así se ganaban la vida y viajaban desde hace 2 años) Intercambiamos ideas y opiniones acerca de viajes, modos de vida, costumbres e impresiones, un rato muy agradable.
Más tarde tomamos una excursión a la Isla del Sol, después de una hora y media en barco por el Titicaca llegamos (pagamos una tasa por pisar el suelo) e intentamos visitar sus ruinas, pero para nuestra sorpresa se tardaba una hora y media en llegar a las ruinas más cercanas y el barco nos esperaba para volver en una hora. Así que terminamos un poco hartos de que esté todo hecho adrede para que hagas todo como ellos quieren (quieren que duermas una noche en la isla). Para más inri viene un boliviano en la isla a pedirnos una colaboración: necesitaban gente para ayudarlos a empujar un barco pesado y reclutaban turistas que a pesar de pagar por pisar el suelo, pagar por ir al baño, pagar por tomar fotos a una alpaca, etc. ayudaban con toda su buena voluntad.
Lo mejor del día fue la vuelta desde la isla del Sol a Copacabana, pues se nos sentaron a nuestro lado en el bote 3 niños bolivianos y nos pasamos la hora y media de regreso jugando y gastando bromas con ellos, mientras el resto de la embarcación se divertía viéndonos disfrutar de los niños.
viernes, 23 de noviembre de 2012
Machu Pichu, santuario sagrado
Día 7 - 21 Nov
Contentos comenzamos nuestro viaje con destino a Aguas Calientes, que es el pueblo de Machu Picchu. Nuestra idea era hacer una ruta alternativa que costase menos dinero hasta llegar al pueblo, ya que el precio del tren nos pareció exagerado.
Fuimos hasta la Terminal Terrestre de autobús de Cusco donde nos recibieron a los gritos unas cuantas mujeres con ánimo de vendernos pasajes hacia Santa María, nuestro primer destino, un pueblo en mitad de la nada.
Una vez montados en el bus (que tardó más de 5 horas) reconocimos a otros 3 turistas que iban de pasajeros entre un bus lleno de gente local. Así que cuando bajamos en Santa María nos juntamos con ellos para compartir un taxi, y al final terminaron siendo nuestros compañeros en esta aventura de 2 días por la ciudadela.
Así, Paul,de Singapur, Bex y Mark, los rubios de Nueva Zelanda y nosotros nos fuimos juntos hasta Hidroeléctrica, el último punto alcanzable por vehículo en esa ruta. Para nuestro asombro el taxi puede tener 5 pasajeros más conductor sin problemas, Paul viajó en el maletero de un coche tipo break y no sólo eso, a mitad de camino el "amigo conductor" paró a recojer otra pasajera asidua ¡que también se metió en el maletero! Descendimos en el pueblo donde hay una compañía hidroeléctrica, como su nombre indica, y desde allí comenzamos una caminata a la vera de las vías del tren, rodeados de una vegetación exuberante, de aproximadamente 2 horas, con destino final Aguas Calientes.
Llegando a nuestro destino se nos acercó Alexander, un adolescente peruano que se dedica a caminar las cercanías del pueblo captando clientes sin reserva de hotel y ofrecerles el servicio a un precio bastante aceptable (para el turista). De modo que en su compañía llegamos hasta el hotel a media tarde. De allí con nuestros compañeros fuimos a cenar al mercado, en donde aprovechamos para comprar fruta y comida para uno de los días más importantes del viaje: la visita a Machu Picchu.
Día 8 - 22 Nov
MACHU PICCHU
Hay dos opciones para ir de Aguas Calientes a Machu Picchu, una es en bus a un precio desorbitado y otra es caminando por un camino de unas 2 ó 3 horas ascendiendo por escaleras rodeadas de vegetación.
La gente suele ir temprano, nosotros llegamos a las 6:15 aproximadamente, y estaba lleno de gente, aunque como la ciudadela se emplaza entre montañas, las más grandes son Machu Picchu (montaña vieja) y Huayna Picchu (montaña nueva) es una zona donde las nubes y la bruma tardan en levantarse unas cuantas horas. Para poder apreciar la zona despejada hace falta esperar hasta por lo menos las 10 de la mañana.
Ver el lugar es parase a pensar en el 1435 que el indio Pachaqutec mandó construir la ciudadela para el disfrute de unos pocos privilegiados a 2490 msnm. Se sustentaban a base de la actividad agrícola de la ciudadela y de la producción de aldeas cercanas. Cien años más tarde quedó en desuso por la guerra civil incica y la llegada de los españoles. Llama la atención los adelantos en ingeniería y arquitectura. Uno no se cansa de intentar entender cómo se ha hecho eso ahí, la manera tan perfecta de tallar los bloques de piedra, de encajarlos entre sí sin dejar luz ni para una hoja de papel entre ellos.
El día es largo y cansado, la visita uno la hace como quiere, se puede recorrer libremente, es muy grande la zona. Las terrazas de cultivo rodean toda la ciudadela, la parte de los templos es la más impresionante, la parte de las viviendas tiene muchos detalles y escondites donde husmear. Encontramos a Susi, una californiana de madre sevillana y estuvimos compartiendo impresiones y algunas almendras, descansando con una panorámica excepcional. Una vez despejada la niebla de la zona decidimos subir a la montaña.
Se puede ascender a las dos montañas: Machu Picchu y Huayna Picchu (previo pago de un plus con la entrada) y ver desde arriba otra panorámica del lugar. Nosotros subimos con Paul, quien nos dió una amena compañía entre escalones y escalones a Machu Picchu montaña, un tramo rompepiernas de casi 2 horas sólo de escaleras muy empinadas.
Arriba conocimos a Giulia, italiana de Cerdeña y Florian, su pareja, de Munich. Con ellos compartimos un rato muy agradable mientras almorzábamos algo para homenajear a nuestro cuerpo después de semejante esfuerzo físico.
Hay otros recorridos sugeridos como el camino a Inti Punku (templo del Sol) que son unos 45 minutos caminando con una leve pendiente ascendente. De camino a allí nos encontramos con lugar homenaje a Pacha Mama (Madre Tierra), donde los místicos se acercan hasta allí para hacer ritos paganos con frecuencia y depositar ofrendas como hojas de coca.
De vuelta, ya a media tarde y después de un día muy agotador, nos animamos con el descenso por las escaleras hasta el pueblo. Una hora después con los gemelos agarrotados llegamos al destino final, que no era el hotel, sino un lugar donde compramos una cerveza heladita (como dice acá para referisre a la bebida fría) que bien nos merecíamos como recompensa.
Día 9 - 23 NOV
Vuelta a Cusco
Otra vez madrugamos y con los rubios y Paul, que ya éramos una piña, nos fuimos de caminata, taxi y bus, trayecto inverso pero idéntico al de ida, y llegamos a Cusco donde nos esperaba una odisea de la que no teníamos ni idea.
Bueno! antes decir que en Santa María nos quisieron engañar con el precio del bus (algo típico acá para el turista, con los horarios, etc.)
Llegados a Cusco teníamos que canjear en la terminal una boleta (voucher o resguardo de pago)por nuestros tickets anteriormente comprados en una oficina del centro de la ciudad con destino a Puno. Pero, oh! sorpresa, en ventanilla (2 horas antes de la salida del bus y ya entrada la noche) nos dicen que la empresa intermediaria que nos vendió los pasajes no había hecho la compra de los pasajes correspondientes y por lo tanto nuestro resguardo de pago no tenía ningún billete asignado. Es más, nuestros asientos habían sido vendidos a otras personas. Con los nervios de punta dada la impotencia de pensar en:
A.) Pagar de nuevo y perder lo pagado,
B.) quedarnoa allí atrasando nuestro itinerario un día para ir a reclamar, denunciar, golpear, o lo que haga falta
C.) seguir insistiendo.
Optamos por esta última y después de media hora de incertidumbre, con cara de poker nos dan los tickets para viajar. Ellos lo habían arreglado pero los peruanos no se caracterizan por gesticular facialmente ni por alegrase, ponerse tristes, hablar claro, etc. así que no nos enteramos hasta minutos después.
Y por fin tomamos a autobús nocturno dirección Puno.
martes, 20 de noviembre de 2012
Cuzco, ombligo del mundo
Día 4 - 18 Nov
Día de tránsito
Esa mañana la pasamos en Lima, pero a la 13:15 salía nuestro autobús dirección Cuzco. Enfrente nos esperaban 22 horas de recorrido.
Salimos de la capital del Perú con un paisaje pseudo-desértico, con el pacífico de fondo y poblados que bañaban de vez en cuando las carretera.
Lo que más nos resulto curioso eran los vendedores que de vez en cuando se subían para vendernos comida y bebída, pero sobre todo dos de ellos que después de 20 minutos de discurso, arengando a los viajeros con lo beneficiosos que eran sus productos, y enseñándoles reglas básicas de salud e higiene pretendían vender (y lo consiguieron) pasta dentífrica, cepillos de dientes y un producto extraño a base de sacha inchi, planta apreciada por sus omegas.
Y bueno, después de ver una película en el ordenador/computadora nos dormimos como pudimos
Días 5 y 6 -19 y 20 Nov
Qosco, capital del imperio
Inca
Nos despertamos a pocas
horas de Cusco, y ya empezamos a notar el mal de altura de una manera
más concreta; dolor de cabeza, nauseas, respiración acelerada... Al
llegar a la terminal de autobús tomamos una taxi y ns fuimos
directamente a la Plaza de Armas, el centro neurálgico de la ciudad,
donde se encuentran 2 iglesias hechas por los españoles. La ciudad
tienen muchas iglesias construidas sobre los templos incas de
adoración al rey Sol o los astros.
Allí nos encontramos a
Tomás, un chico argentino que se dedicaba a vender sandwiches por la
calle, y nos recomendó tomar mate de coca (infusión a base de hojas
de coca) y a la hora otra infusión de manzanilla, para limpiar por
dentro y encontrarse mejor.
De allí caminando a nuestro
alojamiento, un pequeño hostal a 5 minutos de la plaza, donde
casualmente nos ofrecieron el famoso mate de coca.
La ciudad de
Cuzco/Cusco/Qosco (en quechua: ombligo) está preparada casi
íntegramente para el turismo. Te asaltan por la calle ofreciéndote
paquetes turísticos, entradas a Machu Picchu, cambio de divisas,
masajes, restaurantes, hoteles, taxis, etc.
La ciudad también está
repleta por puestos de artesanía, vendedores de fruta y jugos, en el
que en uno de ellos probamos el jugo de quinua.
Nos acercamos a unas
galerías con puestos de artesanía local, con artículos muy
interesantes como por ejemplo jerséis hechos de lana de alpaca.
En otra ocasión nos
perdimos en los barrios locales, fuera del área de turismo, donde
encontramos una marabunta de cusqueños yendo de aquí para allá,
comprando, vendiendo. Allí fue donde probamos las leche asada, dulce
hecho a base de leche y huevo, muy parecido al flan.
Lo que más causó impresión
de la ciudad, fueron unas calles en las que la base de los muros de
los edificios estaban hechos por los Incas, con piedras gigantescas
encajadas entre sí a modo de “tetris”, en la que destacaba la
conocida piedra de los 12 ángulos. Y a su lado se podía distinguir
claramente la parte hecha por los españoles, con piedras más
pequeñas encajadas de modo similar pero que los lugareños a modo de
burla dicen que esos son los muros de los “Inca-paces”, que eran
los españoles.
sábado, 17 de noviembre de 2012
Lima, capital del Perú.
DÍA 1 - 15 Nov
Comenzamos
A Lima aterrizamos con una hora de retraso y desde que salimos del aeropuerto ya nos dimos cuenta de como sería la ciudad de Lima. Nuestra primera "atracción turística" consistió en conseguir un taxi hasta el centro de la ciudad. Primero regatear el precio y segundo sobrevivir al tráfico de Lima. Después de que el taxi nos hiciera bajar en una gasolinera, porque iba a repostar gas, nos sumergimos en el panal de abejas que consiste la ciudad de Lima. Desde allí cogimos otro taxi hasta donde vive nuestro amigo Roberto, un barrio residencial al este de la ciudad.
Roberto es un tipo agradable, culto y se dedica a impartir clases de teatro. Nos recibió con una sonrisa y mucha amabilidad.
Tiene la casa decorada con muy buen gusto y, lo que más nos gustó, una mesa con escaños convertible en cama.
AAquel día no dio para más, estábamos muy cansados de las 25 horas de viaje y del jet lag, así que nos fuimos derechos a dormir... mañana sería otro día.
Día 2 - 16 Nov
Lima, orden en el caos.
Al día siguiente nos levantamos muy temprano, ya habíamos descansado y Roberto nos esperaba con un desayuno que jamás habíamos probado: el tamal, nombre de origen indígena para designar este alimento hecho de una pasta de harina de maíz, relleno de carne de pollo o chancho y a veces no encontramos dentro una aceituna y un ají. Todo ello envuelto en hojas de mazorca y cocido al vapor.
Antes de irnos a recorrer la ciudad Roberto nos explicó todas las cosas interesantes que ver en la ciudad y allá fuimos.
Lo primero que tuvimos que hacer es aprender como funciona el sistema de los autobuses.
Al parecer no existe una compañía o líneas concretas con una ruta fija y con un horario establecido. En los autobuses, antiguos y pequeños, trabajan dos personas; una es el conductor y el segundo se dedica a captar clientes, gritar hacia donde se dirige el autobús y a cobrar el billete una vez estás dentro. Y dependiendo de la distancia que vas a recorrer así cuesta el billete (o de la cara de guiri que tengas). A nosotros nos salía a un sol (0,30€) más o menos.
Para alguien no acostumbrado, la conducción limeña puede resultar traumática. En Lima la preferencia la tiene quien mas valor le eche al asunto. Los coches se cruzan de carril al improviso, los semáforos son respetados a duras penas, los pasos de cebra simples ornamentos urbanos, el humo asfixiante, los claxon suenan a discreción... y a pesar de todo, ellos se entienden sin problemas.
Con esta primera visión de Lima conseguimos llegar a la Plaza de las Armas, en el centro histórico de la ciudad y desde allí nuestra primera misión era cambiar euros al precio más conveniente. Para ello existen tres opciones: 1. en el banco donde el ratio es el peor, 2. en la casa de cambio, donde el cambio está mejor pero es complicado regatear y 3. cambiadores oficiales que trabajan en la calle, con los cuales se puede contratar un buen precio. En ese entonces compraban 1€ por 3,22 PEN (Nuevo Sol Peruano)
Y ya por fin recorrimos la ciudad viendo sus iglesias y conventos, plazas y monumentos, estatuas y parques... pero lo que realmente nos llamó la atención fue la vida callejera que tiene la ciudad, con sus puestos de frutas, jugos, frutos secos, bananas fritas, churros rellenos de lo que parecía dulce de leche (ahí nos acordamos de Luis), pero al final resulta que era manjar blanco, y un dulce nuevo para nosotros: la mazamorra. La mazamorra morada es un dulce con consistencia de jarabe hecho de maíz morado. Sí, habéis leído bien, existe el maíz morado. Lo sirven en una terrina acompañada de trozos de fruta.
Lima es una ciudad muy viva donde las gentes se ganan los soles vendiéndote cualquier cosa por la calle. Vimos tipos con móviles ofreciendo llamadas, artesanos callejeros, malabaristas, vendiendo dulces en los autobuses. Las tiendas abren todos los días hasta muy tarde, hecho que aprovechó Ángel para cortarse el pelo por 6 PEN (unos 1,85 €)
Al llegar la noche recorrimos un paseo peatonal con espectáculos callejeros, música, sermones religiosos y puestitos de dulces, donde descubrimos que al flan le llaman crema volteada, y venden leche asada, y demás dulces peruanos.
Día 3 - 17 Nov
Despedida de Lima
El último día lo dedicamos al barrio Miraflores, un barrio residencial donde está el malecón (costanera o paseo marítimo) que da al pacífico y que continúa con el barranco. Las playas son escasas casi no hay, pero los surfistas si aparecen en cantidades buscando las olas del mar.
A mediodía fuimos a un restaurante de comida típica, y probamos comidas a base de papa y maní, yuca, cerdo, maíz, y de beber probamos la famosa chicha morada, que para nuestra sorpresa es una bebida dulce que proviene del maíz morado, y que sin embargo todos conocemos por el famoso dicho "ni chica ni limonada".
Caminamos mucho hasta agotar nuestras fuerzas, y por la noche ya nos preparamos para partir rumbo Cusco en un viaje muy largo. La última mañana entre comentarios de las expresiones que usamos los distintos hispano-hablantes, hicimos un desayuno típico de domingos: café, jugo de papaya, sandwich con chancho y batata acompañado de cebolla en aros.
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